‘Homeschooling’ y ‘unschooling’: así es educar a los niños en casa o sin escuela

EL PAÍS 12/05/2021
Carolina Pinedo

Las alternativas a la escuela tradicional preconizan adaptar el sistema educativo al menor y democratizar la educación para poder elegir el modelo de aprendizaje de los hijos.

¿Existen alternativas para educar a los hijos en casa o sin escuela? 
Sí. Los términos para definirlas son homeschooling o educación en casa y unschooling o educación sin escuela. En ambos casos, se trata de opciones educativas “elegidas por familias que deciden no delegar la educación y aprendizaje de sus hijos en terceras personas y la asumen por sus propios medios. La familia que elige, de forma meditada y responsable, educar sin escuela, asume de forma integral la educación de sus hijos, tanto en los aspectos de la adquisición de conocimientos y habilidades, como en la transmisión de valores y principios, sin delegar ninguna de estas funciones en las instituciones educativas”, explica M.P. (por las iniciales de su nombre), que trabaja en el sistema educativo público español.

La modalidad de educar a los hijos en casa o sin escuela en España no está reconocida legalmente. Sin embargo, “la mayoría de los países de nuestro entorno, como Portugal y Francia, reconocen legalmente esta opción educativa. Pese a esta situación de inseguridad legal actual, somos muchas las familias que objetamos ante el cumplimiento de una ley educativa que nos parece injusta y, aunque en general, se nos está permitiendo educar a nuestros hijos de otras maneras, algunas familias tienen problemas cuando sacan a sus hijos del sistema educativo o, cuando no habiendo sido escolarizados nunca, son detectadas por la Administración”, aclara M.P.

Situación legal para optar por el homeschooling en España

La ausencia de protocolos específicos para educar en casa a los hijos en España provoca que se suelan aplicar criterios similares para los casos de absentismo escolar, ya que la ley determina que “la falta de escolarización de un menor de entre seis y 16 años puede ser considerada como una situación de riesgo o desamparo. Aunque, hasta el momento, son minoría las familias intervenidas por la Administración, no hay garantía de que una familia no sea citada por los servicios sociales y se inicie un proceso legal. No obstante, en España, hay comunidades autónomas como País Vasco y Cantabria, en las que se ha aprobado el Decreto Balora, que permite a las familias proporcionar a sus hijos un programa educativo individualizado, sin que la no escolarización constituya por sí misma desprotección, tal y como ocurre en otras comunidades por la falta de protocolos específicos”, añade la trabajadora del sistema educativo público.

Adecuar la educación a cada niño y no lo contrario, sería lo ideal, porque “cada niño es diferente. Sería bueno democratizar la educación y que las familias pudieran elegir qué tipo de modelo es el más conveniente para sus hijos. No obstante, las escuelas tradicionales ejercen un papel fundamental en nuestra sociedad y, probablemente, sea el modelo más adecuado para el mayor número de niños y familias, pero existe otra parte que no se va a adecuar bien a este modelo, así que lo mejor sería cambiar el sistema y no hacer que los niños se tengan que adecuar estrictamente a él. En nuestra asociación de libre educación, hay en la actualidad más de 500 familias, pero no existen datos oficiales sobre las familias españolas que educan a sus hijos en casa”, afirma Alejandro Muñoz, padre de una niña de seis años que recibe educación en casa y vicepresidente de la Asociación por la Libre Educación, ALE.

Educar en casa a los hijos no es tarea fácil

Optar por una modalidad educativa para los niños, distinta de la “escuela tradicional requiere mucha dedicación, esfuerzo y trabajo, por lo que hay que hacer una reflexión consciente por parte de las familias. En nuestro caso, hemos elegido una modalidad que se llama unschooling con la que hay que estar atentos a qué necesidades e inquietudes tiene nuestra hija en cada momento. Aprender es una necesidad intrínseca del ser humano y también la curiosidad, por ello, en cuanto el niño muestra una inquietud por un aprendizaje, hay que poner todos los medios y esfuerzos necesarios para que pueda realizarlo, ya sea con libros, documentales, enseñándole a leer o a escribir. Con el unschooling, no se sigue ningún tipo de programa educativo escolar, sino que se atienden las necesidades de aprendizaje que van surgiendo en el niño”, comenta Alejandro Muñoz.

En el caso del homeschooling, se abarcan varias posibilidades, ya que “se puede seguir un programa parecido al que se imparte en la escuela, con libros y tareas, pero realizado en casa. Se trata de un aprendizaje más individualizado que en una escuela tradicional y para algunos niños esto puede ser beneficioso. En nuestro caso, nuestra hija es una niña con mucha creatividad y que tiene una necesidad de movimiento mayor de lo normal. No le gusta estar sentada mucho tiempo. Pensamos que no se iba a adecuar de una forma correcta a la escuela tradicional y reflexionamos de una forma consciente que la mejor opción que le podíamos ofrecer es la educación en casa; más individualizada y ajustada al ritmo que ella marca”, Explica Muñoz.

La pandemia ha influido en la modalidad educativa tradicional

Con la covid-19 el programa escolar se ha trasladado a casa. “Muchas familias han desescolarizado a sus hijos debido a la situación que impone la pandemia, pero no tenemos los mismos argumentos para educar en casa. Nosotros lo hacemos, independientemente de los factores externos que se den. Con el homeschooling y el unschooling gran parte del aprendizaje con los niños se realiza fuera de casa, como en museos, parques naturales o bosques. Una objeción frecuente que nos hacen sobre la educación en casa es sobre la sociabilización, que es una cuestión fundamental para los niños, pero no solo se sociabiliza en la escuela. Nuestra hija queda con sus amigas, se relaciona con nuestros vecinos y realiza actividades extraescolares”, concluye Muñoz.

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